La arquitectura de Casa Vigil y el diseño interior atrapan a los visitantes. La Ruta del vino de Mendoza en Chachingo es una experiencia Unica.

Enclavado en el corazón de Mendoza, Casa Vigil, el icónico restaurante dirigido por el afamado enólogo Alejandro Vigil, ha conquistado la escena gastronómica con su fusión única de sabores, sustentabilidad y hospitalidad.

Este rincón culinario, inaugurado en mayo de 2015, se ha ganado el reconocimiento internacional y se ha convertido en un imán para miles de turistas ávidos de experiencias gastronómicas memorables.

Alejandro Vigil y María Sance junto a Rafael Anson, presidente de la Academia Iberoamericana de Gastronomía.

Alejandro Vigil y María Sance junto a Rafael Anson, presidente de la Academia Iberoamericana de Gastronomía.

Casa Vigil no es simplemente un restaurante; es una celebración de la tierra, el arte y la pasión por la buena comida. Situado en la pintoresca zona de Chachingo, el establecimiento ha logrado destacarse gracias a su compromiso con la sustentabilidad y la solidaridad, convirtiéndose en un referente en la llamada «nueva gastronomía» del siglo XXI.

Lo que distingue a Casa Vigil es su enfoque en las «4 S» de la gastronomía: saludable, solidaria, satisfactoria y sostenible. Este compromiso no solo se refleja en la exquisita oferta culinaria, sino también en la práctica diaria del restaurante.

Desde ingredientes frescos y locales hasta prácticas respetuosas con el medio ambiente, Casa Vigil ofrece a sus comensales no solo una experiencia gastronómica, sino un viaje hacia la sostenibilidad y el bienestar.

Restaurante de Alejandro Vigil en Mendoza. Interior unico para disfrutar de los mejores vinos.

La reconocida Academia Iberoamericana de Gastronomía ha elevado a Casa Vigil al estatus de «Gastronomía Global», un título que no solo enaltece la excelencia culinaria sino también la contribución del restaurante a la promoción de prácticas responsables en la industria alimentaria.

Para los miles de turistas que visitan Mendoza cada año, Casa Vigil es mucho más que un lugar para disfrutar de una excelente comida; es una parada obligada para descubrir la esencia misma de la región: una fusión armoniosa de tradición, innovación y compromiso con un futuro sostenible.

En Casa Vigil, cada plato cuenta una historia, cada sabor evoca la riqueza de la tierra, y cada visita se convierte en un capítulo inolvidable en el viaje culinario de quienes tienen el privilegio de deleitarse en este oasis gastronómico.